¡Chile de nuevo! : Desde El Calafate hacia Puerto Natales
Cruzamos la frontera a través de pampas con ganado y apreciando ñandús ahuyentados por el paso del bus. Llegamos a Puerto Natales, una ciudad que en esta época del año (Abril) anda más fría que sus predecesoras.
Me recuerda a Puerto Montt, pero con una atmósfera más fantasmal. La ciudad tenía fuertes y heladas ventiscas que empujaban los árboles. Las calles estaban desoladas y el cielo gris era una gran sábana sobre las humildes casas de madera. En la costa se veían algunas barcas viejas, otras oxidadas y en desuso. Todo este panorama me gustó, recordándome mucho a las novelas de Lovecraft o a mis películas de terror favoritas.
La plaza de armas tiene un pequeño ferrocarril en el centro, con graffitis. La actividad por las calles era mínima; tal vez por el frío, o porque no había mucho que hacer. Quizá era feriado, nunca lo supe.