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Cómo meditar

Llegaste al edén soñado, finalmente tu viaje te llevó al paraíso. Tocaste el agua, sentiste la brisa, te sentaste a la sombra de un árbol ¿Y ahora qué?. Hay un paso importante que puede ayudarte a interiorizar toda la esencia del entorno.

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Para muchas personas meditar se hace algo complicado, lo intentan un par de veces y luego abandonan. Algunos se acercan a las puertas y se retraen con miedo porque meditar es liberarse y caminar por dentro de uno mismo. Pocos tienen el valor de conocerse.

Considerando que estamos todo el tiempo distraídos en pensamientos superficiales es importante encontrar un momento para alcanzar un estado de claridad. Muchas de las respuestas que buscamos en la vida, están guardadas dentro de nosotros, sin embargo continuamos buscando fuera. Y meditar es una puerta al autoconocimiento.

Tal vez viajando solo es cuando mas encuentro esos momentos y menos distracciones por eso se me ha hecho tan simple esa rutina por varios años. Y es que realmente te asombrarías de todas las cosas interesantes que puede revelarte esa voz interior, pero para escucharla es importante saber acercarse a ella.

Es tu turno:

El siguiente es un acercamiento simple que puede resultarle muy fácil a cualquier persona sin necesidad de experiencia, sin posturas complicadas, sin conocimientos avanzados. Meditar no es difícil, pero requiere de un momento puro y dedicado a ello.

Memoriza mis instrucciones y esta noche ve a dormir una hora antes de lo habitual para llevarlo a cabo:

1.- Primero encuentra una posición cómoda que te permita estar inmóvil por un largo rato, sin cruzar brazos ni piernas. Si no tienes mucha flexibilidad puedes reposar es unos 45° con almohadas, con las plantas de los pies pegadas y las rodillas flexionadas. mudraMás que nada trata de encontrar tu punto de relax. Si te es mas cómoda otra postura, adelante.

Coloca la posición de las manos en mudra de equilibrio, esto es cerrando un imaginario circuito de energía con las yemas de tu dedo gordo e índice.

2.- Una vez que hayas encontrado la posición de relax adecuada regula tu respiración hasta encontrar un ritmo lento y concéntrate en el aire que entra y sale, como si fuera tu conexión con el universo. Como si fueras tú quien entra y sale del cuerpo constantemente. Empieza a tomar el control de tu cuerpo, de la sangre que fluye, del ruido en tus oídos, de los latidos de tu corazón, de tus sensaciones y trata de acallar toda interrupción.

Si tienes alguna molestia, incomodidad, sensación o dolor, imagina que cada milímetro de tu cuerpo es como el dial de una radio antigua. Regúlalo, muévelo y balancéalo con muchísima precisión y justo allí, en el lugar donde nada fastidie, quédate en suspensión y congela esa parte. Haz lo que sea necesario para conseguirlo; mueve las cejas, tensa y destensa músculos, muévete casi microscópicamente. Solo cuando sientas haberlo conseguido pasa a lo siguiente.

3.- Ahora que has encontrado la posición estática y el control, comienza con la parte más importante de todas: acallar tus pensamientos. Haz todo el esfuerzo posible por tratar de poner tu mente en blanco. Al comienzo vendrán pensamientos, ideas sueltas. No las sigas. Déjalas pasar como si fueran estrellas fugaces y sigue contemplando el vacío. Evita cualquier pensamiento coherente y ordenado, evita conversar contigo mismo, evita razonar, evita distraerte, evita preocuparte.

Trata de sentir que te vas llenando de vacío; de nada, pierde el miedo y suéltate, confía en esa sensación y deja que te arrastre, conviértete en ella.

 

Si has logrado llegas hasta allí, habrás hecho un progreso bastante importante.

Pero el camino de la meditación continúa y poco a poco, en posteriores sesiones, descubrirás qué es lo que sigue. Si vas en la dirección correcta con un pensamiento positivo y de ser una mejor persona descubrirás nuevos significados de tu existencia, del amor, de tu lazo inquebrantable con todo lo que te rodea. Y comenzarás a escuchar desde adentro nuevas ideas. Y descubrirás verdades como grandes tesoros enterrados bajo una montaña de pensamientos superfluos y banales.

Todo eso esta en tu interior, pero tu mente suele estar ocupada distrayéndose en celulares, televisión, anuncios, cursos, trabajos, vicios, dinero, relaciones, aspecto físico, diversiones, compras, comer … entonces, ¿cómo esperas encontrar los tesoros si están en lo más profundo de todas esas capas de pensamiento?.

Meditar es cavar sobre ese terreno. Y cuando consigas el control de ti podrás comprender cosas que nadie te puede explicar, verás tu entorno con otros ojos, verdades evidentes. Y te sentirás una persona más conectada con el todo.

Descarga aquí el audio para meditar de este artículo.

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Nelson Mochilero
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Nelson Mochilero

Creador de mochileros.org y la ruta Sudamérica Austral. Blogger de viajes pionero en Latinoamérica, ganador al mejor blog personal y mejor blog de viajes. Puedes leer más aquí. Ahora en Youtube y en estas redes sociales:

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