Por suerte en algún punto de la vida decidí abandonar aquellas posibilidades de gran fortuna económica a cambio de ser millonario de verdad.
Mucha gente cree que ser acaudalado se basa en el exagerado sacrificio de la propia vida y sufren a tal punto de que se convierten esclavos de su dinero. No lo usan, simplemente esta ahí, acumulado y se esfuerzan en hacerlo crecer más y más.
Me hace contento ver que es cierto que el mundo te devuelve en retorno lo que le ofreces. Tanto he dado, y tanto he caminado, que las cosas simples regresan multiplicadas a uno sin necesidad de intercambiarlas por billetes.
Fue así que decidí convertirme en millonario, y aquí algunas facturas de esos millones:
- Junté millones de nuevas experiencias para contar.
- Conseguí millones de sueños cumplidos y descubrí otros millones para cumplir.
- Logré millones de horas libres para pensar y hacer lo que quiera con mi tiempo.
- Tengo millones de conocimientos sobre varios temas, porque tengo la libertad de aprender todo lo que quiera.
- Tengo millones de estrellas sobre mi cabeza, millones de nubes que me miran caminar, millones de grillos que me hacen dormir, millones de aves que admirar.
- Tengo millones de deliciosos sabores probados alrededor del mundo que perduran en mi memoria y paladar.
- Tengo millones de momentos vividos con el máximo de placer y complacencia.
- Tengo millones de personas nuevas por conocer y millones de palabras por intercambiar con ellas.
- Tengo millones de fantasías porque todo en el mundo es un nuevo estímulo y porque no me canso de aprender.
Quizá para ser millonario a ese nivel tengas que sacrificar un poco la obsesión por los billetes en efectivo, pero hay gente tan pobre que lo único que tiene es dinero, y seguro que ni tu ni yo queremos vivir así.
Conviértete tu también en ese tipo de millonario y date el lujo de descubrir el mundo a tu antojo.
#NelsonMochilero
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