-¿Qué te trae por Chile?
-Mi amigo y yo somos dos viajeros promocinando el turismo independiente por Sudamérica. Estamos realizando una ruta por toda el área austral del continente y nos dirigimos hacia la patagonia chilena pasa luego seguir con la argentina.
-¿traes dinero?
-Bueno, llevo conmigo un par de tarjetas de credito.
-A ver…
-Aquí están.
-No me digas que compraste estas tarjetas falsas en Tacna.
-No, son originales y tienen credito. Si quiere podemos verlo en su computadora.
-Son visa no. Hmmm, pero visa no funciona en nuestro país.
-¿Como que no? Si yo he hablado directamente con el banco que me dio las indicaciones diciéndome que si funcionan en cualquier cajero automático de Chile.
-Pues no, nosotros no trabajamos con visa.
-En todo caso mi amigo y yo tenemos una bolsa común de efectivo.
-Y ese dinero de donde lo sacaste.
-Trabajando.
-¿De qué?
-Soy publicista independiente.
-¿Como puedes demostrarme como has obtenido dinero?
-Obviamente con mis recibos por honorarios, pero no es algo con lo que se me ocurriría salir de viaje mochileando. He hablado con la embajada Chilena antes de partir y cumplo con todos los requisitos que exigen para cruzar la frontera.
-Igual el dinero no sirve porque lo arriendan en Tacna y de alli lo devuelven. Creo que no puedo dejarlos pasar a Chile.
-¿porque no?
-porque hay muchos problemas de migración y la mayoría de los que pasan desde Perú hacia Chile son contrabandistas.
-Entiendo que eso pueda ser un problema pero no es mi caso. Dígame usted entonces que es lo que necesito para poder cruzar la frontera.
-Demostrarme que no estas llendo para quedarte a trabajar.
-Bueno, usted puede corroborar todo lo que le digo si ingresara un rato desde su computadora a internet y viera nuestro website, cuentas bancarias, auspiciadores que nos esperan, etcétera.
-No tengo salida a internet en esta máquina y no puedo corroborar con nada.
-Pero he llamado a la embajada y me dijeron todo lo que era necesario para cruzar la frontera y eso es lo que tengo, ni mas ni menos.
-(silencio)
-No puedo hacer nada, no puedo dejarlos pasar a Chile. Llama a tu amigo.
EPILOGO
Luego, entró Manuel al mismo interrogatorio, con respuestas similares a las mías. Su entrevista duró menos y luego el interrogador nos hizo una seña para que pasáramos a la ventanilla. Nos puso un sello en nuestros pasaportes aprobando la máxima permanencia en Chile y nos dimos cuenta que todas las preguntas fueron parte de una treta para ver si nos contradecíamos. De hecho fue tan dura que se hizo poco agradable, sin embargo una vez aprobado nuestro pase hacia Chile sentimos que una nueva etapa en nuestro viaje comenzaba.