Es una lindísima ciudad tradicional, con mucha historia y abundante vegetación en sus alrededores. El mar es bellísimo, más aun de noche. De todos los lugares que hemos visto, Colonia es la ciudad que posee más chicas lindas por metro cuadrado, y extrañamente pareciera una ciudad de puros adolescentes. Todas las tranquilísimas calles a penas son merodeadas por motos scooters (poquísimos autos) conducidas por chicas y chicos. El atardecer pareciera perfecto para que todos salgan a matear al litoral. Casi pareciera una reunión obligatoria donde se conocen los amigos y coquetean las niñas.
La ciudad posee varios museos y rústicas calles con calles de piedra y algunas ruinas. Un distintivo que tenemos en latinoamérica es el de tener muchas plazas con estatuas de señores bigotones, todos iguales pero con diferentes nombres. Colonia tiene muchos.
Creo que es la primera ciudad que encontramos en donde pudimos salir a pasear por la noche, caminar con absoluta tranquilidad y sentir paz en esa circunstancia. La ciudad es muy segura, el clima ni muy frío ni muy caliente (a diferencia de las demás ciudades donde estuvimos y llovia mucho o había nieve o viento fuerte o frío intenso).
Nos hubieramos quedado más tiempo (de hecho es una de las ciudades a las que vale la pena regresar) pero al día siguiente nos habíamos prometido continuar nuestra ruta y la lluvia mañanera nos e mpujó a seguir.
