Ya estamos en Ushuaia!. Lo mejor de todo es que nos recibió la nieve!, y mucha. Papá Noel bien podría mudarse al extremo sur y no notaría diferencia.
Hace frío, estamos en la parte mas austral del continente, pero juraría que en Punta Arenas sentí más frío. Supongo que es debido al viento. Acá en Ushuaia no golpea tanto como allá.
Partimos de P.Arenas a las 8 am. El bus costó unos 20 dólares con conexión y posterior cruce del Estrecho de Magallanes. La conexión en Puerto Natales fue veloz y provechosa, ya que nos cambiaron a un minibus muy cómodo y con poquisima gente. Siendo pocos fue facil hacer amistad. Viajaban con nosotros dos chicas europeas, cosa nada rara pues el turismo europeo por aquí abunda. Lo particular es que ellas no eran «tecnicamente» turistas. Ambas trabajaban en sudamérica en temas de colaboración social. Ilse, de nacionalidad belga, se daba una escapada desde Perú, Puno, una de las regiones mas pobres y con más problemas de mi país. Por convenios con el sector educación llegó allí hace ya varios meses. El camino se hizo muy interesante, no solo por tener con ella el tema «Perú» sino porque yo hace ya buen tiempo trabajé en temas similares con el Ministerio de Educación de mi país, también en Puno. Bueno, añoranzas aparte, la conversa fue interrumpida por el viento, el frío y las amenazas de mareo al llegar al cruce del Estrecho de Magallanes.
Pujando, el minibus subió al ferry. Bajar y mirar el horizonte en pleno cruce fue tentador aunque no tan acertado. Tan fuerte golpea el viento por aquí que casi es dificil mantenerse en pie, mas si se esta en pleno cruce. Esto sumado al frío que cala los huesos y los salpicones de agua marina que se cuelan por la borda hacen que la idea de regresar al bus sea inmediata.
Llegamos la Isla Grande de Tierra del Fuego. Un buen recorrido más y tras cruzar la frontera pisamos otra vez Argentina y entramos a la ciudad de Río Grande en donde debíamos tomar una conexión hacia Ushuaia.
Precio, 10 dólares y 4 horas de viaje mas. Esta vez viajamos en una combi. La ruta asfaltada a mitad de camino se transformo en ripiada, a la vez que el paisaje iba variando. Otra vez empezamos a ver pequeños bosques de vez en cuando, rompiendo así con la plana geografía. El sol iba cayendo mientras avanzabamos. Un espectáculo de luces. Ya nos habían comentado que la ubicación austral hace magia en la luz. Espero ver mas de ello en los días siguientes. A menos de una hora de llegar, nevisca sobre nuestras cabezas. Mientras nos ibamos acercando la nevisca engrosaba cubriendo los campos y las pistas. Finalmente Ushuaia. Entre copos de nieve llegamos a nuestra base en Albergue Yakush. Una vuelta nocturna para respirar la ciudad. Muy bonita, bastante, creo que es buen inicio y nos quedaremos buenos días aquí, hay mucho por ver y mucho por hacer.
