Hicimos un recorrido atravezando las ciudades de El Bolsón, Comodoro Rivadavia (por la carretera del Atlántico) para llegar hasta Rio Gallegos.
En Río Gallegos forzosamente tuvimos que parar una noche; y desde el fondo de nuestra honestidad, no nos gustó mucho hacer esta parada. No hubo mucho que hacer ni ver y a pesar de preguntar muchas veces entre los habitantes todos respondían por igual :»aqui no hay nada que hacer».
Partimos al día siguiente hacia El Calafate desde donde tomaríamos la conexión hasta El Chaltén. No fue sino hasta la noche que arribamos a la esperada ciudad, que al día siguiente nos mostraría el mejor esplendor patagónico visto hasta el momento…