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Cataratas de Iguazú

Partimos desde Puerto Iguazú hacia las cataratas. Tomamos un bus en el terminal que por tres pesos nos llevó hacia el parque nacional. Por cierto, en el terminal de puerto Iguazú, Noelia nos dió información precisa, exacta y de primera mano y está disponible para ayudar a todos los viajeros que se encuentren cerca de allí. Ella trabaja en la caseta número 5 que corresponde a Información turística.
Bueno, volviendo al tema, partimos hacia las cataratas y llegamos al parque nacional. Pagamos las respectivas entradas y nos subimos al tren que nos llevaría hacia los distintos miradores.
Las opciones eran:

-Circuito superior superior
-Circuito inferior inferior
-Mirador de Garganta del diablo

Opcionalmente se pueden hacer algunas actividades como pasear en lancha hasta ser mojado por las cataratas o una expedición por la selva. Nosotros no hicimos ninguna y utilizamos nuestro recorrido en capturar fotografías.

Comenzamos llendo hacia la Garganta del Diablo. Recorrimos largos caminos de hierro luego de bajar del tren hasta llegar poco a poco a escuchar el poderoso rugido que subia de volumen. A lo lejos se divisaba un vapor que se elevaba sobre la vegetación.
Cuando divisamos el precipicio aceleramos el paso. Era increíble poder ver volúmenes poderosísimos de agua precipitando su caída hacia un vacío nublado. Hipnotizante y al mismo tiempo con tanta capacidad de transmitir fuerza y vida. Se podían sentir las chispas de agua sopladas por el viento estrellándose en el rostro mientras el sol encendía un arco iris en el vacío de las cataratas.

Después de eso seguimos nuestro recorrido observando animales e insectos. Vale la pena señalas la abundante cantidad de coatíes merodeando a los bordes del camino. Es probable también encontrarse con sepientes pero a nosotros no nos tocó nunguna.
Vimos las cataratas desde abajo y luego desde distintos ángulos. Cruzamos hacia la isla San Martín y allí tomé muy buenas fotos.

De subida hicimos el circuito superior que permitía capturar vistas panormámicas de las cascadas. A lo largo del camino muchos viajeros posaban para sus respectivas fotos. El atardecer se hacía más intenso y amarillo, brillando sobre los árboles, la visita iba llegando a su fin.

Caminando por un parque como este uno se encuentra con tantas cosas impresionantes e interesantes que realmente se quedan tatuadas en la memoria. Iguazú es uno de los mejores destinos de sudamérica y ya se encuentra en nuestra lista de los más sugeridos.

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