Resulta facil cruzar la triple frontera y estar un par de horas en cada país. Como comenté anteriormente, Ciudad del Este es una ciudad muy comercial. De hecho bastante llena de gente y tránsito.
Por eso resulta asombroso mencionar que si uno va en Domingo, no se encuentra nada ni nadie. Increíble pero cierto es el hecho de que tanta actividad humana cese tan dramáticamente de un día para otro.
Como nos quedamos dando vueltas por un Paraguay vacío, nos comimos una riquísima parrilla al paso por diez pesos (un kilo!).
Luego pasamos por Brasil una vez más y llegamos a Puerto Iguazú en Argentina caminando por los parques y muriéndonos de sed. Tampoco había ninguna tienda abierta y costó mucho encontrar un poco de agua. Están advertidos sobre como funcionan los domingos por estas fronteras.
Por la tarde llegamos a la costanera de la ciudad y nos dimos con el descubrimiento de la tarde: Estábamos sentados en el atardecer justo en frente del río Paraná donde tres vertientes de juntaban. Era la mismísima triple frontera. Fué maravilloso poder observar tres países al mismo tiempo y ver como el anochecer iba develando las luces que se encendían en las respectivas ciudades de cada nación. El mundo es tan pequeño…
Lamentablemente no nos esperábamos encontrarnos con este lugar, no teníamos cámara a la mano y no hay foto. Si alguien puede enviarnos una de este lugar nos vendría muy bien.