Abancay es una ciudad pequeña, modesta y andina; colocada en medio de hermosos paisajes verdes con cosechas que parecieran tejerle un largo vestido a las faldas de los cerros.
Este es el punto de partida para llegar a dos grandiosos destinos.
El primero: Choquequirao.
Un reciente descubrimiento arqueológico que está comenzando a quitarle el protagonismo a Machu Pichu. Arquitectónicamente tienen un alto grado de similitud; la diferencia radica en que este lugar está menos explotado turísticamente.
El acceso hasta Choquequirao es un duro tramo que requiere cuatro días de caminata. La recompensa son esplándidos paisajes y paraísos ocultos que a pesar del esfuerzo, motivan a regresar.
El segundo destino: El parque nacional del Ampay
Un parque nacional que incluye caminatas no tan largas que permite hacer paradas en campamentos y seguir ascendiendo hasta los cerros nevados y las hermosas lagunas de la zona. Recomendado.
Abancay, como mencioné es una pequeña ciudad, y queda en la misma ruta que uno sigue para ir desde Cusco a Nazca. Alojarse no debería ser ningún problema si uno se aleja del terminal de buses y se acerca a la Plaza central de la ciudad.
Según me cuentan, en esta zona se produce el mejor anís del mundo. Realmente vale la pena probar una deliciosa infusión caliente de anís en esta gélida ciudad. Las noches son de bajas temperaturas.
Para quienes quieran mapas y mayor información turísitca pueden acudir a las oficinas del OMPET en esta misma ciudad: Jr. Lima #206
