Consejos y Cultura

Mochila: Una historia de amor y odio

 

¿Cuántas veces has tenido ese odioso y fatigante peso sobre los hombros tratando de creer que el dolor no existe y que mágicamente se hará más liviana? Pero la realidad es ineludible: la gravedad y el peso existen por mas perfecta, fina, cara o tecnológica que sea la mochila que tengas.

mochileando por la patagonia chilena

No importa que modelo de mochila tengas: tiene peso y va sobre ti.

Una mochila grande sobre los hombros puede tener un peso promedio entre 16 y 24 kilos dependiendo del tipo de viaje. La situación empeora para viajeros que llevan otra adicional para elementos delicados o artículos electrónicos como cámaras.

Esos son los momentos de odio, en los que desearías que tu mochila tuviera alas, que desapareciera. Incluso, si la caminata es larga puedes verte por un momento fugaz abandonando la mochila e irte corriendo sin ella. Pero está allí, pegada a tu lomo como una odiosa garrapata gigante.

Pero todo cambia cuando sabes que en algún bolsillo escondido está ese alimento que necesitas cuando te suena la barriga o esa bolsa de dormir que te dará lo más parecido a un calorcito de hogar; entonces tu mochila se convierte en una gran bendición digna de los dioses del Olimpo.

¿Dónde esta esa botellita de jugo? Ah si, en la mochila. ¿Y la linterna para ir a mear al bosque? ah si, en la mochila. ¿Y esa chalina que me hace falta? en el otro bolsillo de al lado.

Cuida tu mochila:

Es la primera vez que me tomo el tiempo de estudiar tanto una mochila para lavarla. Esta mañana ocupé mi tiempo en quitarle esa capita de hongos que comenzaba a colonizar su superficie. Shit happens.

Y es que en un día soleado, la mochila no solo pesa, sino que fricciona los hombros y te hace sudar. El sudor humedece las abrazaderas y/o el contacto con la espalda. Esto sucede varias veces en un viaje, además de viajar en depósitos polvorientos de buses, estar en contacto con la naturaleza o la atmósfera de la ciudad. Entonces, si vas a dejar un tiempo sin usar esa mochila, límpiala y guárdala.

Así lo hice yo:

Un cepillo y agua con detergente sirven bien para lavar las abrazaderas, el respaldo, los bolsillos y las superficies.

Luego, remoja esas partes gruesas y pomposas como si fueran pulmones. Haz que se llenen y vacíen de agua continuamente. Si hay partes que pueden separarse de la mochila, mejor. Así tienes mejor manejo de la limpieza de cada parte.

Las barras de aluminio impiden que se pueda meter en una lavadora, así que puedes utilizar una ducha para enjuagarla bien.

Revisa que todo este en su lugar para el siguiente viaje, a veces se rompen broches, tapa lluvias, o piezas elementales. Pero todo es reparable.

Es importante que se seque pronto o se puede echarse a perder. Si en un par de días a la intemperie no se seca utiliza una secadora de pelo, ponla cerca de una estufa o cualquier ayuda similar. Cuidado con el calor que los materiales sintéticos no van bien de la mano.

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También aproveché para darle mantenimiento a otras partes, comprar nuevos broches, y parchar con duct tape el tapa lluvias. La verdad quedó como nuevo.

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Con esto tengo una parte lista para ir a la India y algo menos de que preocuparme. Lo demás es solo meter cosas adentro y partir.

 

Aprende, pregunta y comparte más info sobre cómo organizar tu mochila en este enlace.

Nelson Mochilero

Creador de mochileros.org y la ruta Sudamérica Austral. Blogger de viajes pionero en Latinoamérica, ganador al mejor blog personal y mejor blog de viajes. Puedes leer más aquí. Ahora en Youtube y en estas redes sociales:

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Un comentario

  1. asi es al dejar la mochila solo asi tirada pasan dos cosas
    una es ke se vuelve pestosa como un animal muerto:)

    dos se cubre de moho y esa cosa se come hasta los materiales sinteticos aparte te pueden luego pasar de compania encima el hombro…
    gracias nelson por todos estos tips son valiosos !

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