¿Y si te dijera que estas perdiendo el tiempo?

Uno de ustedes me escribió hoy algo que me hizo pensar…

Se trataba  de la pasión por querer viajar y experimentar el mundo versus la vida llena de adquisiciones, deberes, compromisos y logros que muchas veces uno desea en la vida.

Es verdad que hacer lo que quieras con tu tiempo te quita un poco de campo en aquellos sueños que requieren de constancia y compromiso. Y pone en la balanza tus motivadoras y casi utópicas fantasías viajeras al lado de cosas como una vida en pareja, auto, casa, empresa, hijos, cuentas, etc.

Yo lo vivo desde hace años desde que terminé una carrera en la universidad. He recibido decenas de propuestas de trabajo sin buscarlo y podría estar ocupando importantes cargos hoy en día, en cambio decidí abandonar mucho y hacer lo que me hacia más feliz: viajar.

Eso siempre lo tuve claro, a pesar de tener que nadar contra la corriente la mayoría de veces.
Por suerte he tenido algunos talentos que me otorgan esa flexibilidad que requiero, pero tal vez la historia sería otra si fuera empleado.

Mi historia no es la misma de todos. Cada cual tiene intereses, talentos, potenciales, ideas y personalidades que forjan caminos distintos. Tus problemas y tus oportunidades son diferentes.
Pero lo que si tenemos en común es esa búsqueda de equilibrio, de plenitud, de paz y de felicidad. La verdadera tarea de nuestras vidas reposa sobre que tan bien o mal trabajemos la búsqueda de ese equilibrio.

Tal vez no se trata de dejarlo todo. O tal vez se trata de que le des un poco más de importancia a tus sueños.

Este es un buen momento para detenerse a pensar si realmente estás haciendo lo que quieres, y si no, ¿qué te lo impide?
Gasta todo tu dinero en mejorar tu tiempo, en perseguir tus proyectos y en tu calidad de vida. Después seguro que lo vuelves a tener.
Pero lo que no debes desperdiciar es tu tiempo.

Eso si que no lo vas a poder recuperar jamás.