Llegando a Bariloche
La frontera Chile – Argentina no presenta complicación alguna para ser transitada. Los buses paran y los perros caminan sobre las mochilas para buscar drogas; cuestiones rutinarias.
El paisaje se ponía increíble cuando atravezamos Entre Lagos y atravezábamos poco a poco la cordillera entrando hacia Argentina.
Creí que podríamos encontrarnos con nevados en la ruta o aún en el mismo Bariloche, sin embargo nos ha tocado una época templada del año en donde se aprecia más la verde vegetación de los alrededores del lago.
Hemos llegado a un San Carlos de Bariloche estupendo, en plena Semana Santa. Los costos son definitivamente más bajos que en Chile a pesar de las festividades. Aprovechamos de inmediato en almorzar inmensos y suculentos churrascos por casi un dólar.
De hecho, muchas esperanzas hemos sembrado sobre las agradables charlas alrededor de una parrilla o un asado, bebiendo un mate y conociendo mejor a la gente argentina.
Ahi vamos…