De Bariloche tomamos la ruta más larga, más segura y menos emocionante. Fui yo el culpable de esta decisión. Amanecí con fiebre y en ese estado era bastante dificil aguantar tramos complicados y guerreros como la Ruta 40 que nos llevaría directo a El Chalten desde Bariloche, pero sobre una ruta ripiada en bastantes de sus tramos.
Por la ruta asfaltada, Bariloche – Esquel – Comodoro Rivadavia – Río Gallegos, hicimos 28 horas. Vida en el bus: películas con mucha sangre, sanguchitos de carretera(muy buenos), cambio abrupto de bosques a planísimas y larguísimas mesetas, al mar atlántico y de vuelta a las planas mesetas, auquénidos silvestres (y también urbanos, vean la foto más abajo), ñandus y caballos, ovejas, vacas, más mesetas, más planas, más largas, más películas y por suerte, menos gripe. En el camino fui recuperándome.
