La ciudad está demasiado conflictiva. Los ciudadanos exigen nacionalizar el gas boliviano, y sus demandas no parecen ser escuchadas hasta el momento. Es por ello que casi la ciudad completa está paralizada y las marchas copan las avenidas completas.
Oigo a diario disparos en el aire, e incluso algo de gas lacrimógeno me ha tocado consumir. No hay transporte interprovincial de modo que no hay ni entradas ni salidas. El turismo se ve dificultado por estas circunstancias.
No obstante tengo la impresión de que esto no es tan inusual y hacer turismo en Bolivia implica ser tolerante con este tipo de problemas. Las protestas suceden a menudo. En este corto tiempo he escuchado tanto de agencias, de turistas asi como de amigos haberse topado con carreteras bloqueadas por algún tipo de manifiesto. Incluso lo he visto suceder en el especial de Lonely Planet de Bolivia.
Lamentablemente esta vez las demandas parecen ser de primer orden y el conflicto va más allá de huelgas comunes. Prácticamente se exige la renuncia del presidente.
Es por estas condiciones que mi bus no ha podido partir hacia Copacabana, estoy varado más tiempo de lo previsto y por eso veo necesario en primer lugar salir de Bolivia hacia Perú. Bajo otras condiciones seguiré visitando el territorio boliviano.
…Estoy en paz.
