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Mochileros mineros

Luego de preguntar precios y comparar discursos, nos decidimos por hacer el circuito clásico (además de este estan el «9 de julio, mas corto, y el «especial» más caro y largo).
El costo fue de 50 boliv. x persona. Junto a Martín, viajero sueco-argentino que nos acompaña desde Uyuni(ya tiene mas de 2 años viajando por sudamérica), hicimos un pequeño grupo (mejor, menos bulto). Nuestros guías, Roberto y Aída, serían nuestro pase hacia partes poco accecibles de las galerías mineras. Él fue minero 10 años, conoce el ambiente y a la gente, y se jacta de ser el primer guía de Potosí. Con sus historias y simpatía, dios un agregado al tour. Roberto nos llevo al mercado minero a comprar explosivos y elementos para el «pago» al «tío» de las minas y a los mineros. Coca, Ceico o «wisky boliviano», trago de 96 grados alcohólicos!!! SALUD MINERAL?, cigarros de coca, canela y anis. Explosivos: anfo, tnt, nitroglicrerina, detonador de mercurio y una larga mecha para tener tiempo de huír. Es increible lo que uno ve, 3 puestos en la vía pública, venden todo esto como si vendieran abarrotes, con la mayor soltura y naturalidad, solo a mineros y «guías» claro… QUE MIEDO. Aunque nos dicen que no hay peligro, aca todos se conocen y uno sabe quien es quien. Ojala que a ningún minero se le ocurra protestar con emoción. Nos disfrazamos ed mineros y quedamos listos para la experiencia.
preparacion tour

Aída nos acompañaría a los interiores del Cerro Rico. Todos en l amina la conocen, desde qu ellegamos saludos y bromas eran lo normal. En los exteriores vimos a las pallaperas, mujeres viudas de mineros(por lo general, acá los hombres vinen poco, el trabajo mata, literalmente)
que se dedica a picar la piedra restante de las explosiones que carretilladas botan a los exteriores. Horas golpeando rocas pueden servir para encontrar algunos gramos de mineral negociable… mientras destrozan manos y esperanzas. Un trabajo increible, impacta por lo duro y penoso.
minas1

Luego vendría la preparación de explosivos, la idea era mostrarnos la fuerza de las detonaciones, buena idea, fue un momento emocionante. Luego de preparar dos bombas, los instintos pirotécnico sde Nelson salieron a la luz y junto con Aída corrieron con las mechas prendidas a un mónticulo lejano, para dejar los explosivos y huír despavoridos. Dos explosiones, KABUM!! Y BUM!!. La priemra brutal, la segunda mas suave. El anfo es mas destructor, teien mas potencia, por ello la primera removio el piso y mis típanos, más que la segunda.
bombas

Destructores, entramos a la mina. La entrada, un hueco de ratón. Prendimos nuestras linternas a carburo y agua ynos adentramos en las entrañas del cerro. Estrechisimos y oscuros tuneles nos condujeron hacia galerías de trabajo, en donde mineros, alo que les dimos sus raciones de coca y cigarros, golpeaban la roca con afán, acarreando carretilladas de tierra y piedra. Una labor abusiva en exceso. La muerte, como madrina de estas minas, aún sigue presente, no como en el pasado, pero presente. Al año hay muchos accidentes (imáginense despues de tomar ceibo de 96 grados, cualquiera trastabilla y cae en uno de los muchos agujeros profundos), además el trabajo diario quita días de vida, los gases y minerales se respiran sin ser percibidos acortando poco a poco la vida de los mineros, su esperanza de vida es de 50 años.
entramos a la mina vimos obreros

Para terminar la experiencia, fuimos donde el «tío». Es una figura de yeso muy decorada, sentada en un trono, con cachos y barba, representa al supay o diablo, dueño de las profundidades. Hay muchos de ellos en las minas, son los «dioses» de los socavones y por tanto se les debe hacer ofrendas y pagos rituales. Coca, cigarros y ceibo son ofrecidos por quieens quieren qu eles vaya bien en la labor. La pachamama y el «tío» agradecen el gesto dando salud y suerte (tengo mis dudas de ello… pero creencias son creencias)
Algo pintoresco es la poronga de jebe, que apunta agresivamente al visitante. Nos cuentan que es para ahuyentar a las mujeres, pues la s minas son para los hombres. Cuentan que si uno quiere ligar y conseguir mujer no hay nada que mejor que una sobadita y rociada de ceibo en el blanquiñoso pajarraco de este milagroso cachudo.
mina

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