De Chiloe a Bariloche, Argentina

24 de Marzo.Infección de garganta, amigdalas malvadas.

Supongo Nelson contará con más detalle lo ocurrido estos dos días pasados.
La verdad es que yo me siento tan mal que ni ganas de escribir me dan. La
garganta me domina. Cada movimiento que hago o palabra que digo
obligatoriamente hiere y azota a mis amigdalas. Me duelen y raspan al
extremo. Parece que ya empezó la infección (por suerte el botiquín del
abuelo me acompaña, en Chile no se puede comprar antibióticos sin receta).

Parque nacional chiloé, mágico y frío.

El 22 ya estaba algo mal, pero como el lider de nuestro viaje es el tiempo,
enrumbamos hacia el Parque Nacional Chiloé. La verdad que muy bonito, hasta
diría que valió la pena terminar de sancochar mi garganta a causa del trote.
Caminamos mucho, nos internamos en el bosque y conocimos plantas nativas en
un paisaje boscoso y contrastado. El Tepual nos mostró la grandeza de los
antiguos bosques naturales de esta parte del mundo. Para terminar fuimos a
la playa del Parque. Es increible, para mi que vengo de zonas desérticas,
ver el abrupto cambio de geografía. A mis espaldas bosques de Tepual y en
frente mío una larga playa, fría y de bravas olas.

caminamos mucho, sudor con frío, definitivamente ese fue el momento de
bajada de defensas.

23 de Marzo.Despues de un mal momento en el Hotel Valle volcanes, partida
hacia Osorno.

Ahora estamos en Osorno, desde el día de ayer, miércoles 23. Ya deberíamos
estar en Bariloche, Argentina. De Puerto Montt, a donde regresamos desde
Chiloé, debíamos tomar el bus de las 2 pm para enrumbar a Bariloche.
Ese era el plan incial, el mismo que cambiamos en el camino al recibir la
confirmación de espera del Hotel Valle Volcanes, en las afueras de Puerto
Montt. Pensamos que mi garganta triste y nuestros cuerpos cansados por el
trote de los días anteriores debían aceptar la invitación para aprovechar en
describir y conocer los hospedajes de las afueras de la ciudad pues que
anteriormente habíamos hecho lo mismo en un hospedaje central,la Casa de
Perla.
Fue así que de regreso en Puerto Montt enrumbamos a valle Volcanes, luego de
hacer una llamada de confirmación en donde la recepcionista nos afirmaba que
había «disponibilidad». Fuimos hacia el hotel, nos presentamos y grande fue
nuestra sorpresa al enterarnos que ya no había espacio y que no nos podían
recibir.
Como verán, nunca llegamos a probar los servicios de este lugar pero desde
ya, pensamos que el trato recibido dice mucho de la calidad del servicio que
ahí deben brindar. Luego de una invitación vía e-mail, luego de una
confirmación de llegada, encontrarse con gestos de confusión en la entrada y
por consiguiente una cerrada de puertas en la cara?. La verdad no entendemos
bien que sucedió, si fue una broma o un juego, nos afectó de gran manera ya
que por el tiempo de traslado a este lugar perdimos el bus a Bariloche
llegando de vuelta al terminal de buses pasadas las 2pm, horario único de
embarque hacia Argentina.
En conclusión, poco serio y nada recomendable este lugar, Valle Volcanes en
las afueras de Puerto Montt.

Osorno, justificada parada, muy buen clima.

Perdido el transporte hacia Bariloche decidimos ir a Osorno, punto medio en
la ruta a Argentina, para pasar la noche y variar el panorama. A hora y
media de Puerto Montt (1000 pesos chilenos) llegamos a Osorno, bonita y
ordenada ciudad. Si podemos compararla diríamos que tiene detalles de Temuco
y muchos de Santiago. Lo que mas nos sorprendió fue el clima. Muy agradable,
recorrimos las calles hasta las 10 de la noche con un mínimo de abrigo. No
era necesario, la sensación de frío es mucho mayor en lugares tan cercanos
como Pucón o Puerto Montt.
Despues de una agradable caminata fuimos a dormir, yo con la seguraridad de
amanecer mucho mejor. Me equivoqué, mis amigdalas ahora parecen nalgas.
Ouch. Comeré nieve en Bariloche. Terapia espartana.

Semana Santa en Bariloche!

Hoy es 26 de Marzo, días de Pascua. Ya pasamos 2 noches en Bariloche.
Partimos de Osorno el 24. El viaje duró tan solo 4 horas.
Carretera en subida, el paisaje iba cambiando y cruzamos a la Argentina. El
control migratorio fue muy sencillo. Para nada comparable con el
interrogatorio que vivimos en el cruce de Perú a Chile.

Entre lagos y bellos bosques, pasando por Villa La Angostura, hermoso
poblado fronterizo, llegamos a la ciudad.
Mi idea de comer nieve aquí, para purgar mis antipáticas amigdalas,
imposible. No es época. Es más, nos han tocado días muy buenos. Buen sol y
en la noche solo un casacón, más que suficiente. No hemos visto lluvias y
durante el día un sol radiante. Nos cuentan que días atrás estuvo lloviendo,
no nos toco.
La nieve y con ella temporada para esquiar esperan el invierno. Aún faltan
unos meses. Yo feliz con el sol. Es más, debo meterme un chapuzón en el lago
Nahuel Huapi, bello y grande. A sus orillas Bariloche vive.

Parque Nacional Nahuel Huapi, Isla Victoria y Bosque de Arrayanes.

Ayer relaje mis pies en la playa El Toro, de la isla Victoria en Pleno lago
Nahuel Huapi en el Parque Nacional del mismo nombre. Hermosa playa. Si
hubiera pòdido me metía un chapuzón, dos o tres. El grupo que hizo el tour
con nosotros era numeroso. No me dio la soltura como para mostrar mi
calzoncillo transparentoso frente a ellos. De ahora en adelante, cualquier
lugar con agua, lo visitaré con mi ropa de baño en el bolsillo. Solo pude
caminar un poco en la orilla, pantalón remangado y pies en el agua. Muy
relajante. El sol en el rostro, el particular sonido de la arena al caminar,
el bosque a mis espaldas y un refugio en lo alto en medio de un frondoso
acantilado. A unos metros, pinturas rupestres sobre un muro de piedra. Bello.
Desde Puerto pañuelo, nos embarcamos en el «Modesta Victoria», histórica
embarcación, la más antigua y clásica que recorre las aguas del Lago.
Construída en Holanda especialmente para las aguas del Nahuel Huapi. Uno
siente la historia al navegar en este crucero. En él, junto a un buen grupo
de pasajeros cruzamos el lago, gozando de la hermosa vista, rumbo al Bosque
de Arrayanes. Una hora de camino y a disfrutar de la vista del bosque,
poblado de Arrayanes de gran tamaño y vistoso color(el Arrayan es un árbol
típico de esta zona y solo en este bosque llegan a alcanzar tamaños nada
comunes).
Luego continuamos camino hacia la Isla Victoria. 50 minutos mas por el lago
y ya estaba caminado descalzo por la playa el Toro. Del desembarcadero,
minutos hacia la derecha uno llega aquí y a la zona de las pinturas
rupestres. Hacia la izquierda se llega al mirador, en aerosillas o a pie.
Satisfechos, regresamos junto al ocaso a Bariloche. Este tour cuesta 44
pesos argentinos (15 dólares aprox). Además el turista extranjero debe pagar
12 pesos más para ingresar al Parque (4 dólares), mientras que el turista
argentino paga la mitad.

Llegando a Vai Vai

Cansados y con hambre, de Puerto Pañuelo. tomando un colectivo de 2 pesos,
regresamos a nuestra base, el Alberque turístico Vai Vai.
Desde nuestra llegada, Vicente y Silvia, dueños del lugar, nos acogieron con
el calor y la alegría que caracteriza al argentino. El hospedaje,
literalmente, es de quien llega. Vicente, luego de una amena conversación,
te enseña con detalle el lugar, te da la llave y parte a su casa. La
confianza es un factor necesario y es realmente un halago que la hayan
depositado en nosotros. Uno puede disponer de la cocina, lavandería y un
amplio jardín en donde, si el apetito y el sol son propicios, armar
un «asado» y una parrilla. En Argentina se come duro y abundante. Somos
testigos. Tenemos 2 noches aquí y ya hemos devorado churrascos y carnes a
discreción. En la ciudad es grande la oferta y los precios muy accesibles.
Por 8 pesos(y hasta menos) uno devora. Asados, parrillas, carnes y pastas,
lo más representativo. Nuestras barrigan andan felices.