Empapados en la historia Ushuaina, nos internamos en el Parque Nacional Tierra del Fuego. Los transportes salen a todo momento desde los paraderos de la
Bahía y por 15 pesos te llevan y dejan en el acceso de trekking que elijas para luego recogerte en un punto base, la zona de camping del Lago Roca. Eso si,
hasta las 6 pm. De ahí en adelante, a menos que uno lleve ruedas y motor en la mochila, ya se no puede regresar y lo único es quedarse a acampar. Hay buenos
sitios para ello en las riberas del lago. Bueno, nos quedamos en el acceso al trekking del sendero costero, uno de los mas largos que se pueden hacer en el
lugar con 6,5 km que transcurren entre bosques y escenarios costeros, gaviotas y pájaros carpinteros, algas y líquenes, entre la bruma marina y el rumor de
los parques de lengas. Hicimos el recorrido con calma, en bastante mas tiempo del pronósticado. Hace días que a Nelson le duele la rodilla, y ello , en lugar
de ser impedimento,esta vez nos ayudo a mantener un paso sereno propicio para el disfrute. Hay que darse un tiempo y cerrar los ojos, sentarse frente a las
calmas costas mientras se siente el rumor del bosque mezclarse con el de las aguas saladas. Tremendo el paisaje, un escenario de costa marina flanquedo por
bosques frondosos y coronado por bajas montañas nevadas.
Muy buen día, a pesar de la caminata nos sentimos relajados. Entre tanta belleza uno no camina, flota.
