¿Qué sentido tiene una vida dando vueltas en la ciudad, mirando los mismos programas, saliendo a los mismos lugares, caminando por las mismas calles y repitiendo el proceso una y otra vez? Llega un día en que eso aburre y cansa.
Algunas personas ya lo sienten, y otras lo presienten. Esta allí como una necesidad de cambiar esa monótona rutina, de cambiar de vida, de salir de agujero, de mudar de piel.
Te sientes como un canario en una jaula de oro. Dicen que tienes libertad, que vives en democracia, que tienes derechos de hacer lo que quieras… ¿pero no parece no? Igual hay muchas cosas del día a día que no te gustan y tienes que hacer; permisos que no te dan por no haber trabajado lo suficiente y tiempo que te falta por estar trabajando. Te das cuenta de lo cínicas que son esas promesas.
Ya pareciera que las opciones se gastan y entonces uno empieza a explotar lo que el reducido círculo de posibilidades ofrece: comprar cosas, mudarse a otro barrio, comprar más cosas, hacer nuevos espacios para guardar las cosas nuevas.
PERO para muchos un largo viaje lo cambia todo.
Mucha gente decide tomarse «un año sabático» después de haber estado mucho tiempo haciendo lo mismo. Algo así como un gran descanso. «Probar algo nuevo”. Pero no saben en lo que se están metiendo.
Después de eso las cosas no vuelven a ser las mismas nunca más. Tenlo por seguro.
Si lo tuyo es mantenerte en la rutina no te lo aconsejaría ni siquiera intentarlo.
Porque luego de haber visto que hay mucho más allí afuera, que todo es diferente, y que incluso hay cosas mejores que las que ya conocías como buenas, empiezas a sentir que la vida que llevabas te queda chica.
Ves la realidad con otros ojos y te das cuenta que toda la orquestada vida normal que vivías ahora es solamente una repetición de eventos que ya sabes que te conducen a ningún lugar. A más de lo mismo. Empezar una nueva mudanza, un nuevo empleo, una nueva relación posiblemente termine como las otras muchas veces que lo hiciste anteriormente y simplemente ya no quieres empezar de nuevo.
Y es en ese punto muerto donde muchos se deciden: “Viajare”
UN GRAN VIAJE TE PERMITE DESCUBRIR POR TI MISMO QUE LA REALIDAD ESTABA MAS ALLA DE LO QUE ALCANZABAN TUS OJOS.
… Y al regresar del viaje de pronto te sientes tonto.
Tanto como podría sentirse se sentiría un avaricioso que ahorró durante toda su vida y ahora está a solo unas pocas horas de la muerte, sus arcas llenas de dinero inútil.
¿Te imaginas esa sensación?
Pues así se siente alguien que ha regresado de un gran viaje lleno de experiencias y aventuras a la vida rutinaria. De haber caminado con los perros, de haberse bañado en cataratas, de haber visto los picos nevados y mojado sus zapatos con lodo. De respirar eucalipto de los arboles mientras escucha las piedras del río chocar. De haber conocido gente maravillosa, de haberse permeado de nuevas ideas, de haber pasado hambre y frio para luego apreciar la comida y el calor de una manta caliente.
Entonces, de regreso a la vida normal uno se empieza a preguntar
¿Qué mierda hago aquí?
¿Por qué me estoy haciendo esto?
¿Es que realmente era esto todo a lo que podía aspirar?
¿Tan pequeña era la vida para mí?
¿Por qué no lo vi antes?
Es evidente. Ahora lo ves todo más claro. Mientras te dedicas a hacer cosas que no te satisfacen, sacrificar tu tiempo en cosas que no te interesan y alimentar un círculo vicioso para asegurar tu “estabilidad” te das cuenta que la vida inestable y espontanea era más enriquecedora. Que a pesar de sus inconvenientes aprendías a resolver los problemas y a vivir la vida más de cerca.
Eso compañeros es el conflicto más grave que puede llevar un viajero detenido. Aquel que aprendió del mundo para luego regresar a la pequeña caja.
Pero la semilla ya está plantada, y solo hay que dejarla florecer.
No hay una única solución ni salida para esto, no todas las vidas son iguales. Pero hay miles de formas de experimentar la vida y equilibrar esa sensación. De ir de la mano con una vida apasionada llena de variaciones, de estilos y de gotas de inspiración sobre esa semilla para que pueda germinar.
Las opciones son grandes y si no puedes verlas son únicamente porque la rutina te mantiene en distracción, sin tiempo de pensar seriamente en esto. Sin tiempo de hacer un plan, de tomar coraje y tomar una decisión radical. No tienes tiempo porque estas ocupado haciendo lo mismo de siempre.
Desde este humilde espacio mi intención es ayudarte a mirar sobre esa distracción. A darte cuenta que mientras sigas con esa ceguera las cosas no cambiarán, y que no dependen de nadie más que de ti.
Mis consejos y escritos son para que te sientas más cerca de esos sueños. Pero sobre todo para ayudar a que esa semilla no se muera. Todos los que leen esto la llevamos dentro y nos sentimos iguales, cuidando algo delicado y valioso cuyas raíces están aptas para extenderse por todo el mundo. Nada es perfecto pero tenemos las herramientas para hacer un gran cambio. Y si en tu vida tienes la fortuna de que tu vida sea ideal, entonces vive como un ser inspirador y ayuda a otros a mantenerse en sincronía con ese cambio.
Nelson Mochilero
mochileros.org/nelson
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