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Cruzando Montevideo – Buenos Aires – Lima

Y las desventuras de viajar con Lan

Mi paso por Buenos Aires fue fugaz. Había estado varias horas atravesando el río de La Plata con el servicio de Buquebus. Recuerdo que la primera vez que lo tomé fue fascinante. Hoy en día lo he tomado tantas veces que los minutos se hacen largos mientras cruzo el río. Mas aún con los vientos invernales y la lluvia, todo el barco se mece en un vaivén ondulante que hizo que los colegiales de promoción vomitaran a diestra y siniestra.

Esta vez lo distinto fue viajar de noche por el río. En otras circunstancias podría considerarse “romántico”, pero solo estábamos mi guitarra y yo.

buquebus - el lento atravezando el rio de la plata

En esta oportunidad Buenos Aires me recibió con un clima frío y lluvioso. Gélido. Aprendí a moverme mejor con los trenes y por suerte ninguna lluvia me atrapó en la calle.

La ruta que va de Buenos Aires a Lima la he hecho varias veces por tierra. Ahora en cambio tenía un supuesto vuelo que iba hacia Santiago de Chile con conexión a Lima.

Este vuelo partía supuestamente desde el Aeroparque en la ciudad y no del remotamente lejano aeropuerto de Ezeiza.. Pero ya sospechaba algo raro desde el momento en que el sistema de Internet de Lan no me permitía acceder a hacer el check-in de vuelo.

Por eso llegué tres horas antes de mi vuelo al aeropuerto donde me informaron que “esos vuelos ya no salen de aca”. Testimonio que me hizo pensar de inmediato que me jodieron olímpicamente.

Cuando me acerqué a la venta de boletos me dijeron que efectivamente el vuelo había sido cambiado, y que era “raro” que yo no hubiera sido informado. Luego de sus disculpas corporativamente suavizantes mi preocupación era simple: ¿Qué hago?.

La alternativa que me dieron fue darme un nuevo boleto desde Ezeiza hacia Lima directamente sin pasar por Santiago… solo que a la 8 de la noche. Honestamente no tenía por que pasar por algo así, menos por un error ajeno a mi responsabilidad, pero lo hice.

No había con quien quejarse, y más importante que quejarse era llegar a Perú.

El camino que va desde Aeroparque a Ezeiza, en transporte publico puede llegar a durar dos horas como mínimo. No hubiera sido un problema si no hubiera estado con tres bultos distintos los cuales incluían a mi fiel guitarra. Moverse era difícil.

Finalmente descubrí que hay un transporte –recomendado!- llamado Manuel Tienda Leon  que va desde Aeroparque a Ezeiza y viceversa, pasando por el centro de la ciudad. Cuesta 50 pesos argentinos. Así que lo tome y llegue al otro aeropuerto cual estrella de rock.

Problema arreglado, pero lo que hizo Lan  fue algo muy malo. No encuentro una palabra para describirlo… pero si existiera esa palabra sería muy mala.

Una vez en el cielo, Buenos Aires se veía como una alfombra de diamantes en medio de la noche.

buenos_aires_de_noche

Cuatro horas, un documental de la vida marina y una pelicula de Shrek después, llegué a Lima. Húmeda, menos fría y oscura. A pesar de que toda la gente de Lima se queja del monótono clima, la parte buena está en que permite hacer muchas cosas, no hay lluvias fuertes que impidan la salida a ningún lugar y tampoco veranos extremos que requieran de vivir con aire acondicionado.

Se siente la cercanía al Ecuador.

Nelson Mochilero

Creador de mochileros.org y la ruta Sudamérica Austral. Blogger de viajes pionero en Latinoamérica, ganador al mejor blog personal y mejor blog de viajes. Puedes leer más aquí. Ahora en Youtube y en estas redes sociales:

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