En Vodnjan llaman la atención sus muy antiguas casas rescatadas del tiempo. La ciudad despertó mucho mi curiosidad pues el ritmo de vida pasa tan lento como el sol en una tarde de verano. Los rayos de luz se asoman entre las callejuelas empedradas donde por alguna razón siempre hay gatos. La ropa colgada en los balcones le da esa atmósfera de vecindario donde todos se conocen.
Asombra ver la superposición de varios estilos arquitectónicos en las edificaciones que pasan por el Gótico, Renacimiento y Barroco.
En Vodnjan además tuve dos experiencias muy reveladoras con respecto a la gastronomía.
La primera fue una sesión de degustación de Aceite de Oliva. Muchos saben que en esta región del Mediterráneo, compitiendo entre Italia y Croacia, se produce el mejor aceite de oliva del mundo. Existen manuales de pureza, técnicas de producción y de degustación. El aroma, los tonos, el sabor; todo cuenta. Probar sus variedades y visitar los campos donde se produce no solo fue bastante enriquecedor sino también delicioso.
La segunda experiencia fue ver cómo se prepara el prosciutto (jamón curado en sal, aceite y hierbas). El prosciutto de Croacia tiene una gran reputación, particularmente el de la zona de Dalmacia, el litoral e Istria. El gusto de probar esto combinado con aceites extra vírgenes, quesos y aceitunas fue una de las más grandes exquisiteces que me ha tocado saborear. Ojalá puedan llegar a experimentarlo porque es sublime…
Que otras cosas ver en Vodnjan:
Antiguamente fue un centro urbano importante que ha dejado grandes rastros de historia y cultura para los visitantes. Entre otras cosas que puedes ver pasando por Vodnjan estan:
- El Palacio Betizza contruído en 1300 que actualmente alberga un interesante museo.
- Las momias más míticas junto a reliquias preservadas en la iglesia de SanBlas que además tiene la campana más alta de Istria.
- La bella villa de «Peroj» con una vista del canal de Fažana y el archipiélago Brijuni.
- Las antiguas construciones conocidas como Kažun, asombrosos refugios para mediterráneos hechos tan solo apilando piedras.
Mientras más exploro Istria me enamoro de este lugar.
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