Slow Travel: El movimiento de viajeros que viajan lento

Nelson Mochilero

3.419 4 minutos leídos

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1 Qué es es Slow Travel

2 Quién es el Slow Traveler

3 Solo se que nada se

4 Diferencias entre el Slow Travel y otros viajes

5 Vivimos rápido, morimos jóvenes

6 Ideas para viajar Slow:

Qué es es Slow Travel

El movimiento SlowFood (Italia, 1986) nació en contra del los fast food y todo lo que representaban como por ejemplo un estilo de vida acelerado y consumismo exacerbado. Cuando esta filosofía alcanzó las esferas de los viajes nació el SLOW TRAVEL.

Junto con esto nacieron también las CittaSlow (Ciudades lentas) las cuales buscan impulsar la diversidad cultural y las características internas por encima de la homogenización y americanización donde las franquicias predominan. Para que una ciudad sea slowcity debe cumplir varios requisitos como no ser capital, tener menos de 50000 habitantes, tener el casco antiguo libre de tráfico entre varios otros.

Quién es el Slow Traveler

El slow traveler es aquel viajero que no tiene por objetivo pasar rápidamente de ciudad en ciudad, o completar velozmente una ruta para juntar banderas.
Aunque para muchos viajeros se ha convertido en un hábito adictivo el «coleccionar» países, el slow traveler es quien se establece en un determinado sitio para conocerlo pausadamente, disfrutarlo a través de la integración y saborear lentamente las experiencias que tiene por brindar.

Solo se que nada se

Para nadie es un secreto que incluso la más pequeña ciudad tiene decenas de cosas por hacer. No en vano existen personas que viven una vida entera en cada una de ellas.
Quizá suene normal oír la frase «conozco tal país» o «conozco tal ciudad» pero la realidad es que la afirmación puede ser pretenciosa al no incluir todos los pueblos, provincias, municipios o distritos ni tampoco todos los estilos de vida al interior.
Pero es normal, para el cerebro humano es más simple asociar y agrupar todo a través de clichés, de estereotipos y de generalizaciones pues de otro modo no podría procesar toda la abundante información a la que se expone.
La realidad suele ser que cuando visitamos un lugar extranjero por un pequeño tiempo, apenas probamos sus más resaltantes experiencias y nos queda una boceto de lo que es en realidad.

Diferencias entre el Slow Travel y otros viajes

Por lo general los turistas que hacen uso de tours acelerados incluyen varias ciudades o países, con un tiempo muy limitado y una agenda extremadamente ajustada. En estos itinerarios hay que desayunar muy temprano para trasladarse por museos, peatonales, pasear en bote, subir al bus, pausar en restaurantes, seguir caminando y hacer pausas para las fotos para llegar cansados a repetir el mismo proceso al día siguiente.

Si bien esto funciona mejor que nada para tener un rápido resumen, aleja mucho al viajero de una experiencia profunda o una interacción más natural como la que tiene la gente local con su propio entorno. Hay viajes incluso donde mucha gente se queda prácticamente en el hotel sin tener conexión con el lugar o la gente.

Mantener una charla tranquila con la gente local, tomarse el tiempo de leer un libro bajo la sombra de un árbol, o contemplar el ritmo de vida desde una plaza no suele ser parte de este tipo de viajes.

Es algo que uno puede permitirse mayormente en un viaje independiente y donde se cuenta con un tiempo flexible.
Muchos negocios turísticos han empezado a darse cuenta de esto generando una nueva tendencia que permite a los viajeros tomarse las cosas con más calma. Hospedajes que ofrecen bicicletas, recomendaciones locales enriquecedoras, tratos más humanizados y personalizados con experiencias más auténticas dentro de la ciudad. En esto destacan mucho varios hospedajes innovadores.

Vivimos rápido, morimos jóvenes

Como se dijo anteriormente muchos viajeros no cuentan con el tiempo. Están acostumbrados a ritmos de vida acelerados, comida rápida, autoservicios y solucionar todo con llamadas y un par de clicks. Sus vacaciones representan una ventana en donde hay que aprovechar al máximo cada segundo, pero a veces en medio de esa aceleración uno puede perderse de los detalles más importantes del viaje.
Al trasladarse fugazmente de un lugar a otro para conocer la mayor cantidad de cosas posibles uno puede terminar ocupándose más de los traslados que del disfrute del viaje en sí.

La contemplación es la oportunidad en donde uno absorbe lo más intenso de una experiencia viajera. Es aquel momento en donde se da cuenta de su lugar en medio de la ruta, de su posición en el mundo, del momento presente y su relación con los demás.

En resumen, el Slow Travel es conocer bien un sitio en vez de varios de manera rápida y superficial. Un estilo de viaje que esta ahondando mucho especialmente entre los viajeros que viajan a ritmos más flexibles.

La mayoría de Slow Travelers son viajeros independientes, por lo general mochileros. Y aunque mochileros hay de todo presupuesto lo que atrae más de este estilo de viaje es la tranquilidad con la que uno puede tomar decisiones y la comodidad con la se puede controlar el tiempo e itinerario.